-¡Eh!, ¡Eh!.-Volteo a mirar al escuchar que alguien me llama.
-¿Que pasa?.-Le pregunto mientras revuelvo la olla.
-¡Te quedas pegado cada cinco minutos! .-Me dice mientras me mira un poco enojada.
-Eso no es verdad.-Respondo mientras desvio un poco la mirada, le pongo un povo de oregano a la olla.
-¡Si lo es!.-Me dice haciendo un puchero.
-Si, si, lo que digas enana, ahora pasame las zanahorias.
Ella se sube en un banquito para poder igualar la altura del mueble.
-Aqui ta.-Dice mientras habre una bolsa que contiene las zanahorias.
-"Nuestra mamà estara bien".-Pienso mientras recuerdo su cara que me parece ya algo extraña, como si hubiera pasado una eternidad.
Siento una rafaga de pequeños gopes en mi espalda.
-¡Lo estas haciendo otra vez!.-Me dice kiara y yo solo la miro mientras ella sigue con sus pequeños puños, de alguna forma, lo encuentro tierno.
Las zanahorias estan a unos centimetros de mi, en el meson de al lado, las tomo; Kiara se detiene y yo empiezo a pelar las verduras , despues de terminar las pongo en la olla con los otros ingredientes e inmediatamente lo revuelvo un poco con una cuchara de madera, pongo la tapa y lo dejo a fuego lento.
Miro a mi hermana y veo que esta sentada, esta ocupando su brazo como soporte para su cabeza, su cara tiene una grave expresion de aburrimiento.
-¿Te falta chocolate?.-Pregunto riendo.
-Esto es aburrido.
-Pero tenemos que ayudar.
-pero no quiero.
-Esto es mucho mejor que limpiar.
-Tu sabes lo que quiero decir.-Dice un poco triste.
-Si, lo se pero tenemos que ayudar.
Los parlantes de la esquina comienzan a sonar: "Los barco numero dos, cua...
-Estamos en el dos.-Murmuro casi mecanicamente al escuchar.
...Hacia tierra, la infanteria esta ganando, no podemos perder".
-¿Eso es malo?.-Me pregunta con la cabeza ladeada.
-Un poco, si, es malo.-Me volteo hacia la olla y paso a golpear el cucharon que esta en el meson, esta se cae al piso.-Demonios.-Digo automaticamente.
-Ten cuidado.-Me dice Kiara.
-Un poco tarde.-Digo mientras la recojo.
-Parece...
-Si.
-Quiero chocolate.
-¿A tì nada te preocupa?
-Me preocupa no tener mi chocolate.
-Dios...
-¿que?
-Nada...-Digo mientras suspiro, ella me causa dolor en el alma con lo que dice.
Escucho que la puerta se habre y alguien entra, miro de reojo y veo a una mujer militar, se acerca a mi jefe de cocina, y luego le susurra algo a su oido, despues de eso se retira tan rapido como entro; Yo solo sigo haciendo lo que debo hacer, cocinar; Kiara se quedo completamente callada, parece que ella tambien noto que paso algo raro.
A los pocos minutos el jefe empieza a hablar.
-Cuando terminen, dejen limpio y vayan con los demas.
No dijo nada mas, despues termine todo, cuando ya estoy por salir me doy cuenta que Kiara se quedo dormida, su capacidad para dormir es asombrosa, la despierto amablemente y salimos hacia el pasillo, despues de eso seguimos hacia los "cuarteles", allì hay personas personas de todas las edades y todos comparten lo mismo, el dolor, todos lo conocen en su estado mas puro.
Algunas personas estan paradas, otras sentadas, algunos aun estan vendados y descansan en camillas; Todo el lugar esta iluminado, las paredes de metal estan descuidadas e incluso, algunos cables electricos estan descubiertos, estos pasan de un extremo al otro de la sala que antes posiblemente se ocupo de bodega; Cuando me siente en el frio piso, puedo sentir aun màs el vaivén del barco, Kiara se sienta en mis piernas mientras me mira con una expresiòn de aburrimiento, saco una cajita metalica de el bolsillo de mi camisa y luego lo abro para sacar unas cartas para matar el rato.
Despues, un soldado entro y formo a veinte personas, a ellos les llevan al comedor, no pueden llevar muchos o todo el lugar sera un caos, mi hermana y yo fuimos en el segundo grupo, cuando caminamos por el pasillo, note que algunos uniformados hacen guardia cada cierto tramo, con la cantidad de personas que hay, yo tampoco me fiaria, cuando llegamos pude observar unas mesas repletas de bandejas con sopa y uno que otro plato de arroz, creo que habre preparado unos cincuenta, cuando me entregan una bandeja veo que la porcion no es mucha pero para un niño pequño basta y sobra, luego los dejamos en un carrito, despues volvimos a donde nos tienen, pasaron algunas horas y yo, no noto ningun cambio comparado con los dias pasados, la misma rutina: trabajar, comer y luego esperar hasta el otro dia.
Dada la gran cantidad de personas, no todos podemos bañarnos o mejor dicho, ducharnos, porque agotaria la escasa agua que tienen en las reservas, digamos que el olor de algunos es como un golpe en la cara aunque soy la excepcion, como trabajo en la cocina se tien que estar limpio, las duchas son de dos minutos, treinta segundos para mojarse, un minuto para enjabonarse y finalmente, treinta segundos para sacarse todo de encima, gracias a esto, algunas mujeres se cortaron su largo cabello que seguramente les daba problemas.
pasaron algunas horas y nada paso, sigo sentado en el mismo lugar, esperando que algo pase pero se que asi no sera; Me dieron ganas de salir, miro hacia la entrada y hay un soldado, me levanto para hablar con el.
-¿Pasa algo?.-Me pregunta Kiara algo somnolienta, ella esta sentada y apoyada en la pared.
-No pasa nada.-Le respondo mientras la miro directamente a su pequeña carita.-"Por ahora".-Pienso.
Ella se queda nuevamente dormida y yo camino hacia el.
-Hola.
-Hola.
-¿Se puede salir?
-Eh... -murmura mientras mientras mira el pasillo.
-¿Se puede?
-Si, pero vuelve o avisa si hay algun problema.
-Gracias.-Le digo y voy hacia Kiara, la despierto y camino hacia el pasillo.
-No me hablaste de eso.-Dice el soldado al verme.
Kiara lo mira con una expresion de suplica.
-Vete antes de que cambie de opinion.-Dice el soldado.
Camino directamente hacia las escaleras, algunas personas caminan por el pasillo, el sonido de los ductos de ventilacion y los cables electricos no paran, llego a las escaleras y las subo, al subir por los pequeños escalones, un recuerdo llega a mi mente, un niño resbalo por ir muy rapido; Cuando llego al exterior noto que nos alejamos , tanto que apenas se notan en el horizonte, ya partimos a tierra.
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Poco a poco se empezo a ver tierra, luego los edificios que se asomaban milimetro a milimetro y luego ya estoy al lado de todo esto, al lado de esta devastada ciudad. Puedo sentir como el barco frena su velocidad hasta parar, quedo cerca de la playa pero todavia a una distancia relativamente larga; A los pocos segundos todos los cañones se empezaron a girar, finalmente quedaron apuntando hacia la ciudad. Cuando miro a Kiara solo noto emocion y ¿quien no?, los marinos no se demoraron en aparecer, hombres y mujeres con su uniforme, algunos de ellos portan armas y eso les hace verse mas imponentes en comparacion con los demas, algunos de ellos hablan entre si; Suena el parlante: "Preparen los botes a motor, nos reciviran en tierra"
Rapidamente se empezaron a mover, de aqui para alla, todos los que no tiene nada que hacer, osea los civiles como yo, nos quedamos un poco alejados de los demas para no molestar; No paso mucho antes de que algunos empezaran a inflar los botes con bombas electricas, luego trajeron algunos motores y los aseguraron, finalmente los amarraron a cuerdas y los bajaron; A los pocos minutos alguien habla con un tono fuerte pero yo no logro verle, solo escucho la voz de un hombre:
-¡Escuchen!, ¡Nuestros compañeros estan esperandonos!, ¡A pesar de que ellos estan cuidando la espalda aun puede ser muy peligroso!, ¡Tengan cuidado y apuren las preparaciones!
Inmediatamente despues de que el terminara, un "Si señor! se escucho fuertemente en el lugar, luego alguien se hacerco a nosotros.
-Por favor regresen al interior, se les avisara cuando podran salir.
Acto seguido, todos regresamos, nos quedamos espectativos a lo que pasara, miro mi reloj repetidas veces, siento que el tiempo transcurre lentamente; El lugar se sumio en el silencion, tanto fue que se puede escuchar algunas veces el latido del corazon.
Cuando ya pasaron dos horas, casi exactas o quizas fue menos, entraron cuatro hombres por la puerta y uno de ellos dijo:
-Ya, bueno, buenas tardes, vengo a decirles que seran elegidos al azar y podran ir a un lugar donde se els atendera de mejor manera.
Dicho esto, el se llevo a seis personas, una insignificante cantidad pero se que poco a poco, este lugar quedara vacio.
Se fue el primer grupo, el segundo, el tercero, cuartos, quintos, sextos y ahora me hicieron salir, salgo tomado de la mano de Kiara al pasillo, a los otros que elijieron fueron una pequeña familia de tres y un hombre de como cuarenta con una barba un poco canosa; Nos guiaron hasta el borde del barco, despues nos señalan una escalera que esta amarrada en la baranda, me acerco al borde y me sujeto de ella, miro hacia abajo y veo un bote, ya los bajaron.
-Hey.-Me dice alguien tocandome el hombro.
Cuando volteo a mirar, enfren de mi hay un hombre, un marino, y este me pasa un chaleco salvavidas aunque solo es uno, no disponen de ninguno para el tamaño de Kiara; Me pongo el chaleco y mi hermana se queda cerca, las otras personas tambien se lo ponen, a los segundos el marino mas alto habla:
-Ahora bajaran hacia la lancha, luego se les llevara a tierra, y al final, a un campamento.-Dijo con voz de mando.
Uno mas bajo se acerca hasta mi, Kiara lo saluda, el marino le responde con un "hola", despues se dirige a mi.
-Nosotros te ayudaremos a bajarla, no te preocupes.-Al parecer se habia dado cuenta de mi preocupacion.
Despues de eso, el camino hacia un soldado que esta al lado de la escalerilla y le susurra algo al oido.
Dos personas ya estan bajando, el marino me hace una señal y me acerco.
-Tu turno.-Me dice señalando la escalerilla.
-Si.-Kiara me mira asustada.-Oye, no pasa nada, no te asustes.-Le digo tratando de calmarla.
-Esta bien.-Responde apenas, mirando el piso.
-Niña, ven.-Dice el soldado.
-Eh...-Se nota que Kiara tiene miedo.
-Anda, no nos demoremos
Yo me acerco a la escalerilla y comienzo a bajar, el soldado me segue con mi hermana abrazada a el; Cuando llego, el que esta encargado de manejar el motor me ayuda a no caer al agua y luego me siento, cuando baja el soldado, deja a Kiara con extremo cuidado en el bote y empieza a subir.
-¡Gracias colega!.-Digo fuerte para que me oiga.
-Ten cuidado.-Me respondo mientras sube.
La lancha partio en direccion a la playa, este tomo una velocidad considerable y por eso, nos tuvimos que agarrar como pudimos, mi hermana esta pegada a mi brazo como si no hubiera un mañana; La lancha encallo y luego bajamos, en ese mismo lugar hay diez soldados.
-Acompañennos .-Dijo secamente uno de ellos.
Cerca hay otras lanchas, a pesar de que hay màs no las estan utilizando, seria muchos mas rapido con todas; Dos soldados se acercan a la lancha en donde venimos y la empujan hacia el agua.
Caminamos y nos guiaron hacia la primera calle, en donde dos carros nos esperaban, prendieron los motores y se empezo a mover el vehiculo, por la ventana pude ver algunos cuerpos cubiertos con plasticos negros, mucho de esos, algunos edificios tenian marcados los ajugeros de bala, no paso mucho antes de que el vehiculo se detuviera, cuando me baje, delante de mi se encuentra un puesto de vigilancia o eso creo, el auto continuo y luego desaparecio en una esquina, multiples partes del camino estan bloqueadas con barricadas de arena y metal, un soldado que se quedo con nosotros nos guio, llegamos hasta una plaza que antes solia estar con niños, ahora solo esta llena de tiendas y soldados, el nos dejo en una de las tiendas y se fue; La familia la veo un poco preocupada aunque el hombre de barba canosa apenas se inmuta y Kiara no se separa ni siquiera un semtimetro de mi, no percivo miedo pero aun asi, no se separa.
Alguien con bata blanca entra en la tienda.
-Hola, soy el doctor Juan Perez, les hare algunas revisiones.-Luego entro otra persona con una libreta y un pequeño morral en su espalda.
-Bueno, empezemos por las mas pequeñitas.-Dice el Doctor con una sonrisa.-Primero se dirige a la niña de la familia, no parece tener mas que quince años.-Bueno, ¿cual es tu nombre?
-Karla.
-Lo puedes decir completo, por favor.
-Karla Acevedo Mesa.-Despues de que ella dijo eso, el hombre del morral escrive en una libreta.
El hombre del morral se acerca y le pone una pulsera de papel en la muñeca.
Luego fue Kiara, luego el hombre de la barba, la madre, el padre y finalmente yo, en la pulsera pude ver mi nombre y un numero, seguramente nos estan ingresando en algun sistema; Despues de eso nos hicieron algunas revisiones aunque no nos tomaron mustras de sangre.
Despues de pasar todo eso, nos llevaron a un edificio que antes era de uso particular, cuando entramos vi que todo fue remplazado por muchas camilla que ahora ocupan todo el lugar, nos dijieron que allì dormiriamos; Luego, di una vuelta por el lugar, esta repleto de personas pero ninguno tiene algun tipo de herida, seguramente las llevaron a algun recinto para tratarlas.
A medida que pasaba el tiempo, me dio ganas de dormir y a mi hermana aun màs, cuando fuimos a donde nos designaron, escuche a dos personas.
-Tal parece esto terminara pronto.
-¿Como lo sabes?
-Rumores.
-No confies en los rumores, pueden ser mentira.
-Pero si no lo es, que tal si termina todo.
-Puede ser, ¿Y que dicen?
-Que cada vez se ven menos hostiles, al principio no paraban de salir y ahora casi no quedan.
-Es extraño pero es verdad
-Que cosa.
-En el ultimo recorrido que hicimos por la ciudad no vimos a ninguno y en la radio tampoco han informado nada, tambien que hay menos de ellos.
-Entonces parece que es verdad.
Cuando los escuche, solo senti felicidad por que asi le quito un peligro de encima a mi hermanita, que bien que esto terminara; En poco tiempo me quedo dormido...
Un grito se escucha en algun lugar de la oscura noche...
